Descripción
MIMOSA PUDICA
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Fabales
Familia: Fabaceae
Subfamilia: Mimosoideae
Tribu: Mimoseae
Género: Mimosa
Especie: Mimosa púdica L., 1753
Es una planta originaria de la selva tropical de América de la familia de las fabáceas, fácilmente distinguible por su reacción al tacto, desarrollada como defensa ante los depredadores. Ha sido introducida a otras partes del mundo como África y Asia.
Descripción
Es una planta perenne. Su ciclo vital puede variar según el clima en que se encuentra y crece: no tolera las temperaturas muy bajas, sobre todo debajo de 0 °C, y crece de manera óptima a temperaturas superiores a 20 °C. En maceta su tamaño no supera los 50 centímetros de alto, mientras en tierra este valor puede hasta triplicar, dando vida a arbustos de 1.5 metros.
Esta es una de las pocas plantas capaces de movimientos rápidos, otras son la planta del semáforo y la dionea atrapamoscas.
Tiene hojas compuestas, bipinnadas, formadas por dos pares de pinnas que contienen de 15-25 pares de folíolos lineales obtusos. Flores muy pequeñas, de color rosado malva, en cabezuelas pediceladas de hasta 2 cm de diámetro. De raíces grandes. Suele alcanzar más de un metro de altura.
Cultivo y hábitat
Es una planta que suele ocupar rápidamente todo el espacio a su disposición, entonces es importante elegir, si crece en interior, una maceta de la dimensión adecuada. En interior, así como en exterior, no necesita demasiado cuidado, se desarrolla con mucha facilidad en cualquier tipo de tierra, pero requiere regarse frecuentemente, de lo contrario las hojas tenderán a volverse amarillas y a mantenerse cerradas.
La exposición a la luz debe de ser elevada, pero no directa, y de ella dependerá el comportamiento de las hojas durante todo el día.
No tiene muchos enemigos naturales, también gracias a su particular técnica de defensa, aunque la exposición exagerada al sol puede causar la llegada de la araña roja y la excesiva irrigación puede provocar daños muy importantes a las raíces.
Sensibilidad
Vídeo que muestra la sensibilidad de la planta.
Una característica muy notable es que al mínimo toque de sus hojas (compuestas por numerosos folíolos) las mismas se contraen sobre el tallo como si se cerraran, con un mecanismo en la base; al mismo tiempo, los tallos menores se dejan vencer por el peso.
Los movimientos nocturnos de las hojas se conocen como nictinastias, y son un ejemplo bien descrito de un ritmo circadiano vegetal regulado por la luz. El cambio del ángulo de la hoja o folíolo está provocado por cambios de turgencia en las células del pulvínulo, estructura especializada en la base del peciolo.2 Es un mecanismo provocado por una ósmosis. Entran iones de potasio (K+), lo que provoca que el medio interno se haga hipertónico respecto del exterior y que se produzca una turgencia. Dependiendo si dicha turgencia tiene lugar en las células flexoras o extensoras, los folíolos se abren o se cierran.
Este es un mecanismo de defensa ante depredadores, puesto que, al replegarse, en un gran porcentaje parece ser una planta mustia o marchita. También es un mecanismo que sirve para no perder demasiada agua durante las horas de calor o para protegerse del viento, reduciendo la superficie. Las hojas permanecen plegadas durante toda la noche.
Por esta razón, suele llamarse en inglés Touch-Me-Not: «Nometoques».