Descripción
Ficus Burtt-Davyi Hutchinson
Se llama ficus a un género compuesto por unas 900 especies vegetales, muchas de ellas arboles y arbustos de buen tamaño. También pertenecen a este mismo grupo muchos tipos de trepadoras y algunas de las plantas de interior más conocidas. De hecho, cuando se habla de ficus, en general es para aludir a algunas de estas especies de interior, como el llamado ficus lira (Ficus lyrata), el ficus benjamina (Ficus benjamina) y el árbol del caucho o gomero (Ficus elastica). Ficus Microphylla.
La higuera y muchos otros árboles de gran tamaño también forman parte del género de los ficus
Nombre científico o latino: Ficus Burtt-Davyi Hutchinson
– Nombre común o vulgar: Ficus hoja Micro
– Familia:
– Moraceae (Moráceas).
– Origen:
Restringido a las zonas sureste de Sudáfrica y al extremo sur de Monzambique
Bosque costero (forma de crecimiento estrangulador), dunas costeras (en arena, exhibiendo tolerancia a la sal) o matorral y sabana (donde la especie generalmente se asocia con afloramientos rocosos o acantilados, a menudo un “divisor de rocas”, que crece como arbusto o árbol pequeño).
Algunos datos útiles para el cultivo del ficus
Como suele ocurrir, la gran difusión de estas especies se debe, en buena medida, a que se adaptan muy bien a condiciones de alta temperatura y poca luz y humedad. Las temperaturas más apropiadas son las que se encuentran entre los 13 y 24 ºC, aunque en general pueden vivir al exterior en zonas que no sufran heladas (es decir, donde la temperatura no baje de 0 ºC) incluso expuestas al sol.
Si se cultivan en interior, se debe procurar que les dé la mayor cantidad posible de luz natural.
Necesitan riego moderado: un vaso de agua todos los. En general, conviene observar que el drenaje del sustrato sea bueno y que este se halle seco antes de regar de nuevo. Si las hojas amarillean y tienden a caerse, será una señal de exceso de riego. En tal caso, hay que dejar de regar hasta que la tierra esté seca. Pero si las hojas se marchitan, el problema será el contrario: falta de agua.
Una característica de estas plantas es la secreción de una sustancia lechosa llamada látex. Su función original es proteger al ejemplar de posibles depredadores, además de sanar sus heridas. Contiene hidrocarburos, goma, alcaloides, aceites y enzimas, y durante mucho tiempo se empleó para la fabricación del caucho (de ahí el nombre árbol del caucho). Hay que tener cuidado con este látex, pues es tóxico para los seres humanos y el mero contacto con la piel puede causar irritaciones.
Algunos datos útiles para el cultivo del ficus
Como suele ocurrir, la gran difusión de estas especies se debe, en buena medida, a que se adaptan muy bien a condiciones de alta temperatura y poca luz y humedad. Las temperaturas más apropiadas son las que se encuentran entre los 13 y 24 ºC, aunque en general pueden vivir al exterior en zonas que no sufran heladas (es decir, donde la temperatura no baje de 0 ºC) incluso expuestas al sol.
Si se cultivan en interior, se debe procurar que les dé la mayor cantidad posible de luz natural.
Necesitan riego moderado: un vaso de agua todos los. En general, conviene observar que el drenaje del sustrato sea bueno y que este se halle seco antes de regar de nuevo. Si las hojas amarillean y tienden a caerse, será una señal de exceso de riego. En tal caso, hay que dejar de regar hasta que la tierra esté seca. Pero si las hojas se marchitan, el problema será el contrario: falta de agua.
Una característica de estas plantas es la secreción de una sustancia lechosa llamada látex. Su función original es proteger al ejemplar de posibles depredadores, además de sanar sus heridas. Contiene hidrocarburos, goma, alcaloides, aceites y enzimas, y durante mucho tiempo se empleó para la fabricación del caucho (de ahí el nombre árbol del caucho). Hay que tener cuidado con este látex, pues es tóxico para los seres humanos y el mero contacto con la piel puede causar irritaciones.
Poda y plagas del ficus
La poda que se utiliza con estas plantas es sobre todo de formación y para evitar que crezcan demasiado. De hecho, al podar las ramas superiores se favorece un mayor crecimiento de hojas en la parte inferior y se logra que el conjunto gane en frondosidad. Además, como se multiplican por esquejes, las ramas cortadas pueden dar lugar a nuevos ejemplares.
El ficus segrega una sustancia lechosa llamada látex, usada durante mucho tiempo para la elaboración de caucho
En general, tras la poda, el látex de la propia planta debería actuar como un cicatrizante natural. Pero si se observa que tarda en secar o que podría infectarse, los expertos recomiendan utilizar polvo de carbón o ceniza para acelerar el proceso.
Los ficus son muy resistentes a las plagas. Los agentes que más pueden afectarlos son las cochinillas, que se eliminan con alcohol metílico (aplicado con un trocito de algodón), y la araña roja, ante cuya aparición es conveniente pulverizar una solución de agua y algún acaricida. En menor medida, el ficus puede ser atacado por pulgones o sufrir el efecto de hongos en las hojas o bacterias que generen tumores en las raíces.
Produce frutos como muestra la foto
No se incluye la mesa de exhibición
No están incluidos gastos de embalaje y transporte